Nacho (18) huye de la violencia de su casa en Buenos Aires y busca un hogar al amparo de su padre, un estanciero a quien apenas conoce. La estancia viene sufriendo una amenaza: cada cierto tiempo una vaca aparece muerta, sin explicación.
Para tratar de obtener la aprobación de su padre, Nacho buscará esclarecer estas muertes. Pero a medida que indague, irá descubriendo una gruesa capa de desconfianza y tensión de clase, que le harán preguntarse qué significa ser patrón.