Hay momentos coyunturales que son clave para contar ciertas historias. En el caso del mediático enfrentamiento de los tenistas Bobby Riggs y Billie Jean King, ocurrido en plena segunda ola del feminismo, parece no haber momento más apropiado para contarla que ahora. La vigencia de la temática sigue intacta y la película la aborda con ingenio.
El título tampoco es casual. En el mundo del tenis, el término ha sido utilizado en varias ocasiones por la prensa para referirse a partidos amistosos entre destacados tenistas, masculinos y femeninas. Pero el caso de nuestros dos protagonistas es emblemático por una serie de razones que quedan a la vista en esta película dirigida por (no podía ser de otra manera) un hombre y una mujer.
En su primer gran protagónico tras ganar el Oscar como Mejor Actriz por La La Land: Una Historia de Amor (La La Land, 2016), Emma Stone cambia radicalmente su imagen para convertirse en la tenista que modificó las reglas del juego en un ambiente dominado por hombres. De esta manera, se suma a la tradición de actrices que dejaron de lado el glamour para encarnar papeles más realistas en el pináculo de su fama y despegando hacia otro tipo de cine.
Steve Carell no se queda atrás y derrocha carisma en un rol mucho más descontracturado, el de su contrincante Bobby Riggs. A medio camino entre deportista exitoso y jugador empedernido, brinda quizás una de las mejores interpretaciones de su carrera. Bill Pullman encarna a Jack Kramer, fundador de la asociación de tenistas profesionales y perfecto antagonista, mientras que Elisabeth Shue vuelve al ruedo después de algunos años de ausencia en la pantalla grande, y Sarah Silverman se luce en medio de su ascendente carrera como actriz. El resto del elenco funciona, pero no está a la altura de estas interpretaciones.
Con mucho espíritu deportivo, bastante humor, algo de drama y excelente ritmo, La Batalla de los Sexos (Battle of the sexes, 2017) es un perfecto retrato de la figura del deportista como referente social y la industria del espectáculo detrás del deporte. Quizás la vida personal de sus dos protagonistas parezca cobrar demasiada relevancia en ciertos momentos, pero es fundamental para entender el rol que cada uno cumplió en un juego trascendió la cancha de tenis para cobrar relevancia política y moldear la opinión pública.