La biblioteca de los libros olvidados: La pesquisa del escritor perdido.
Basada en la novela homónima de David Foenkinos y dirigida por Rémi Benzançon, llega esta comedia de misterio francesa que expone el cinismo del mundo de las editoriales.
Con el brillante Fabrice Luchini como protagonista, ya se tiene el éxito asegurado, aunque el guion flaquee un poco. Entretenida para quienes hayan leído la famosa novela o para aquellos que la desconocen y se aproximan a la historia por primera vez. Divertida e intrigante, cuestiona la búsqueda del éxito a cualquier precio y el esnobismo de las editoriales y críticas literarias, con un whodunit de apariencia liviana.
La joven editora, Daphné Despero (Alice Isaaz), se encuentra en búsqueda de alcanzar el éxito. Para ello, va a un lugar que es llamado “la biblioteca de los libros olvidados” que no es otra cosa que un sector de la misma donde están aquellos ejemplares que fueron rechazados por las editoriales. Encuentra una novela llamada “Las últimas horas de una historia de amor”, inspirada el poeta ruso Alexander Pushkin y supuestamente escrita por Henri Pick un pizzero del pueblo, fallecido hace 2 años, al cual la esposa nunca vio escribir ni leer.
A poco de ser publicado, se convierte en best-seller en Francia, pero el escéptico crítico literario Jean-Michel Rouche (Fabrice Luchini) cree que todo es una farsa y se vuelve loco intentando descubrir la verdad detrás de la obra maestra del escritor fantasma. A partir de ahí, el crítico entablará una guerra con Daphné y la familia del pizzero para demostrar la no veracidad de la escritura.
Fabrice Luchini se luce, como habitualmente, en una interpretación magistral, logrando ser el alma de la película, una especie de hércules Poirot de la literatura que enloquece a todos con su obstinación para resolver el caso. Como contrapunto, está Camille Cottin, en el papel de la hija del pizzero. Todo el elenco está por arriba de la media, todos se lucen por más pequeños que sean los papeles.
Para quienes conocemos el libro, la película es floja, la resolución del misterio parece forzada y quedan sin explicar algunos detalles que hubiese hecho más jugosa la historia. Termina convirtiéndose en una comedia ligera de esas que te dejan un sabor dulce con una trama de intriga interesante. El espectador busca el culpable entre los diversos sospechosos, al mismo tiempo que lo hace el protagonista, logrando que los momentos de misterio sean los más destacados.
La biblioteca de los libros olvidados (2019) es una comedia de detectives entretenida y el protagónico de Luchini es siempre beneficioso a cualquier película. La trasposición a la pantalla grande de la novela de Foenkinos queda algo pequeña y sencilla al criticar el mundo editorial, el poder de los medios y el esnobismo literario. El grandioso actor francés vale cada minuto de metraje.