Simple, concreto y llevadero serían las palabras que definen a este film.
Entre comedia romántica y drama romántico con tintes de acides sería su lugar “genérico”.
Nos encontramos con Keanu y Winona. Dos personas rotas en muchos sentidos, amigos de la soledad y lo agrio. Agrio en cuanto a la vida, a relaciones, a encuentros y desencuentros. Dos personas enojadas con la vida, resignadas a ella, viviéndola por vivir.
El universo los une camino a una boda, la del ex de ella y la del hermano de él. Se conocen por casualidad y el universo los hace conocerse en profundidad.
Cuando empezas a ver la película claramente te das cuenta hacia donde va, entonces lo que queda es disfrutar del viaje y ver como nos los cuentan, y a mi entender está contado de una forma interesante y llevadera.
Hay mucha química entre Reeves y Ryder, se la siente a través de la pantalla. El intercambio fluido que tienen al hablar, las miradas y las no miradas. También es interesante la creación de los personajes individuales. La forma de hablar y de moverse de él concuerda con la psicología del personaje. Ella tiene movimientos y una forma de hablar que también acompañan muy bien a lo que dice el guion de este personaje agridulce.
Un detalle muy interesante es que los únicos dos personajes que escuchamos a lo largo de la película es a ellos dos. Se escucha un poco de televisión, pero las únicas dos voces “reales” son las de Keanu y Winona.
También es interesante la (no)presencia de los personajes secundarios. Están pero no están. Se habla de ellos, se los describe, se los muestra pero parecen ser solo la forma en que nuestros protagonistas lo ven, una especie de caricatura que responde a la visión que tienen Frank y Lindsay de estas personas.
Mi recomendación: Film interesante de ver, tiene sus momentos interesantes y nos muestra otro lado de la vida, un poco agrio y amargo, pero real.