Fernando viaja al pueblo frente al mar donde pasó su adolescencia para cumplir un ritual que comparte con Aníbal, periodista y poeta: nadar hasta una boya. Pero este año Fernando tiene un plan adicional: hacer un documental sobre Aníbal y su relación con la poesía y el mar.
Al indagar en la vida de su amigo, Fernando investiga su propio pasado; ya que Aníbal tuvo una fuerte amistad con su padre, Lito.
Antes de morir, Lito le encargó a Aníbal que soltara en el mar una antigua boya.
A través de las cuatro estaciones, la boya une a los amigos, pero a la vez representa para Fernando un enigma familiar.