Una muy esperada película de terror histórico-religioso que viene a poner su toque de distinción en un género que tiene rutinarias muestras repetitivas clase Z. En este caso la inteligencia del joven director Robert Eggers, es ubicarse en Nueva Inglaterra con una familia de puritanos expulsados de su caserío, que creen en Dios, el Diablo y las brujas con un fervor que demuestra que los peores demonios habitan en la cabeza de los hombres. Antes de los juicios y ejecuciones de Salem, filmada solo los días nublados, en clima de tristeza y desolación, basándose en testimonios de esa época, construye un film redondo y terrorífico, donde lo que se teme ocurre. Una joyita.