La cabaña del miedo

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

LA POCO ORIGINAL "LA CABAÑA DEL MIEDO"
Cómo derramar sangre en vano
Si la idea de unos jóvenes no muy brillantes metidos en una cabaña en medio de un bosque para enfrentarse a algún tipo de amenaza no parece muy original, es que de hecho no lo es. Y para colmo esta "Cabaña del miedo empieza con la camioneta de los protagonistas vista desde una toma aérea con la misma música que usó Stanley Kubrick para "El resplandor", sólo que en una versión con arreglos más elementales de los de Wendy Carlos.

En todo caso, poco antes de llegar a la cabaña, uno de los jóvenes es mordido por un niño en una estación de servicio, mal presagio como pocos, que deberían haberles hecho cambiar de ruta y vacacionar en algún otro lado. Luego las cosas se ponen peores, cuando una misteriosa enfermedad de la piel los va contagiando uno por uno, provocando que le salgan chorros de sangre de distintas partes del cuerpo y sacando lo peor y menos solidario de cada uno de ellos.

Para colmo, por el lugar pululan montañeses infectados y hasta un perro enorme y malísimo que los quiere atacar.

"La cabaña del miedo" es floja con ganas a todo nivel -empezando por las pésimas actuaciones de los protagonistas- pero al menos es muy generosa en gore y violencia gratuita. Algo es algo.