En el 2002 el director Eli Roth debutó en el cine con su ópera prima Cabin Fever.
Una película que no era una obra espectacular pero genero simpatía por la manera en que Roth le rindió homenaje a clásicos del género como Evil Dead, The Last House on the Left y La masacre de Texas.
En el momento en que surgió este film la cartelera de cine estaba invadida por propuestas asiáticas de fantasmas o remakes de esos filmes y Cabin Fever presentó un espectáculo retro diferente.
Con el paso de los años el trabajo de Roth se convirtió en una de las primeras películas de culto surgidas a comienzos del siglo 21.
Esta remake que llega a los cines es un bochorno cinematográfico que copia literalmente el film original sin ofrecer nada nuevo.
Básicamente en la versión clase Z de lo que fue un film independiente decente.
Si viste la original en este caso te vas a encontrar con la misma historia con un reparto diferente, con la particularidad que lo actores de esta versión son horribles.
El cambio más notable es que el rol del sheriff ahora es interpretado por una mujer, pero eso no le aportó ningún valor notable a este refrito sin sentido.
Los efectos especiales al menos estuvieron bien realizados pero al copiar la misma historia sin ofrecer un enfoque diferente, la visión de este film perdió su gracia por completo.
Si nunca viste Cabin Fever no pierdas tiempo con este fiasco y conseguí la original que al menos tiene actores más decentes.