Apenas cimientos
La “cabaña en el bosque” es una parábola que ilustra el miedo más profundo al que se pueda enfrentar una persona, ese elemento sólo hubiera bastado para llamar la atención, un vistazo a los mecanismos del terror desde el terror mismo. Pero, y a pesar del sugerente poster y la dirección de figuras que conocen a la perfección al género y su lógica, la película carece de relieve. Decepcionante fue la primera palabra que se me ocurrió cuando terminé de verla y hay un profundo abismo de razones para fundamentarlo, aunque quizá lo que más cobra sentido es saber que se vio apenas un molde de lo que pudo haber sido una película. La historia, los personajes y el escenario terminan siendo lo suficientemente chatos como para que cada elemento aparezca maleable, falso. Así sólo se pone en evidencia otro mecanismo que es el de aplicar una idea autorreferencial sin enmarcar esa idea con una historia, haciéndola parecer un planteo sobre el cual el desarrollo es apenas un elemento secundario. Y no hablemos de personajes.
Pero si es decepcionante es porque tiene un comienzo intrigante e inesperado que parece preanunciar una película distinta y sólida (el humor inesperado, los planos abiertos, la iluminación difusa). Desafortunadamente es sólo una forma de abrir la trama sobre la cual luego se incorpora la subtrama, la “verdadera” película. Esta verdadera película tiene personajes que actúan como se pretende que actúen, es decir, refiriendo a estereotipos del cine de terror pero, y aquí está el elemento clave para entender por qué la película cae tan bajo, existe una carga de autoconsciencia en el asunto. Esta “doble” película que se sugiere constantemente en la línea de la parodia, siempre con el guiño incorporado desde lo visual o los diálogos a los lineamientos del terror (sobre todo el slasher), encuentra una razón de ser. No importa demasiado la razón, la cuestión es que sólo termina embarrando todo aún más porque se pierde completamente cualquier posibilidad de empatía por algún personaje. Existe una estrategia honesta para desarticular los mecanismos del terror, pero la forma en que esto se ejecuta resulta en un film difuso, chato.
Finalmente, la película pega un giro hacia el final que en otro contexto hubiera sido interesante, pero lamentablemente para ese entonces poco nos importa lo que puede llegar a pasar con los sobrevivientes. Pienso en Scream o, en el ámbito independiente, una pequeña película que se llama Beyond the mask: the rise of Leslie Vernon (que comparte una carga de autoconsciencia bastante cercana a este intento), y no es difícil entender por qué esto es apenas un esbozo con algunas ideas que caen chatas e inexpresivas.