Dale, estamos solos
Entretenida película de terror sobre cinco adolescentes sometidos al horror por un grupo de científicos dispuestos a matarlos con un manual. Una historia llena de giros y guiños al género, que tiene la audacia de ser un respiro de originalidad y someter al espectador a un mundo terrorífico lleno de todo tipo de criaturas. El único problema es que la película no se encarga, ni parece estar interesada, de generar emociones, sustos o tensión alguna. Simplemente se deleita a través de su auto-conciencia e intriga de intentar conocer qué está pasando.
La principal atracción de "La cabaña del terror" radica en aquel grupo de científicos con sus personalidades, actitudes y procedimientos. En aquella oficina, que remite a la película "The Truman Show" por su omnipresencia y control del mundo, se producen todos los elementos que le otorgan sabor a la trama. Allí hay gracia, humor y horror. A través de ese sitio se teje el verdadero entramado de la historia, donde los operarios le van dando vida a los distintos obstáculos de los protagonistas. Con ellos se percibe la presencia de un mal mayor e imperceptible y con cada acción suya se van poniendo en evidencia tanto los clichés del género como las exigencias del espectador ideal.
La película contiene un gran ritmo que evita que uno se distraiga por un segundo, pero lamentablemente no logra impedir que pasen desapercibidos los innumerables y gigantescos baches que va dejando la trama a medida que avanza. Incluso la falta de empatía del espectador con cualquiera de los personajes, hace que realmente no importe, ni en lo más mínimo, el destino de sus protagonistas. Por lo tanto, la historia quedará vacía de emociones y su resultado final será bastante seco.
"La cabaña del terror" presenta un universo muy atractivo, el cual es un deleite ir descubriendo a medida que avanza la película. Sin embargo, es solo una linda envoltura sin un gran contenido y termina siendo una decepción al no poder desplegar al máximo su gran potencial.