La suma de todos los miedos
Dirigida por Drew Goddard, coguionista de series como Buffy, Alias y Lost, además del film Cloverfield, ahora llega esta película de terror, en cuyo guión metió mano Joss Whedon.
Quien siga la cartelera local sabrá que durante todo el año y prácticamente sin excepción, una película de terror está en el top ten de la taquilla argentina. Si hay un género que no está muerto es, justamente, el cine de terror. Sus exponentes se multiplican, se adocenan, se adaptan y siempre sobreviven a todas las generaciones.
Pocos géneros son tan atacados e incomprendidos por la crítica como el terror, de la misma manera que ningún otro consigue esa fidelidad y esa lealtad noble como la que estas películas poseen.
La cabaña del terror (otra triste traducción local para The Cabin in the Woods) es cine de terror, pertenece de forma total y absoluta al género y debe ser leída y disfrutada desde el género. No es una burla, ni una traición, ni un film que mira al género desde arriba con soberbia. La cabaña del terror es una fiesta homenaje y ejemplo contundente de la importancia que el género ha tenido en nuestras vidas como espectadores. Es la suma de todos los miedos, pero también la suma de todos los placeres, de todas aquellas cosas que hemos visto a lo largo de los años. Pero claro, no es la clase habitual de film de terror que vemos, porque hace una apuesta tan pantagruélica y barroca que dejará sin aliento a más de uno. Pone toda la carne en el asador, tira manteca al techo, y demás metáforas posibles para decir que lo da todo.
La brillantez de The Cabin in The woods (su título original remite a los miedos de los cuentos de hadas, tan importantes en nuestro desarrollo como personas) consiste en no parodiar, sino en mostrar el universo completo, el universo que amamos de las películas de terror. La cabaña del terror está llamada a ser un clásico del cine de terror, y claramente está por encima del promedio del género, pero no significa eso que lo desprecie o se burle de él, al contrario. Pocas veces el género fue tratado con tanto respeto como aquí. Las lecturas posibles de la película son muchas y no hay manera de no profundizar en ellas sin contar escenas y momentos clave, por lo cual es preferible no avanzar sobre ellas.
Como amante del cine de terror, respeto mucho que el espectador se sorprenda con cada nuevo momento y cada nueva situación. Y no se deje engañar por los comentarios, ver La cabaña del terror es ver cine de terror en estado puro. Hay todo lo que el género le da siempre a sus fans y todo aquello que los que desprecian el género odian. El terror ha vuelto a reinventarse, porque nadie podrá jamás terminar con nuestros miedos.