Una pareja que después de varios años de vivir juntos deciden separarse, la casa donde vivían fue vendida, ellos mientras ordenan sus cosas y recuerdan los momentos felices y emotivos. Sus cuerpos desnudos se recuestan en la cama, intentan revivir su sexualidad a través de un ritual que forma parte de esa despedida.
El film prácticamente no tiene diálogos, es más gestual, los silenciosos son extensos, con planos largos, objetos que marcan lo que sienten estos personajes, un ventilador encendido ante un calor infernal y el encierro que forma parte de ellos, entre otros elementos. Con sus acciones notamos sus miedos, su vacío y su incomunicación que dejan claro el fin de una relación. Este estilo de filmación experimental no llega de la misma manera a todos los espectadores y puede resultar tedioso.