Metafórica y atrayente, La campana es una interesante ópera prima nacional del director y guionista Fredy Torres, autor de un memorable cortometraje de los años 90, Líneas de Teléfonos, que ofreció un sugerente y fantástico acercamiento al tema de los desaparecidos. Basándose en una presunta leyenda de pescadores, el realizador propone ahora en La Campana una historia en el que las ironías temporales y los desaparecidos vuelven a formar parte de la trama, en esta ocasión con el agregado de la Guerra en el Atlántico Sur. Incluyendo una historia de amor desencontrado, fuera de –precisamente- tiempo, y con la ambientación del inconfundible puerto de la ciudad de Mar del Plata, la mitología de los hombres de mar que nunca regresan de su travesía se engloba en la parábola de “La campana”, un misterioso espacio mar adentro. La ambiciosa multiplicidad de líneas narrativas y alegóricas no terminan de fraguar del todo bien, que hubieran precisado una duración mayor para desarrollarse, pero de todos modos el nudo argumental logra un desenlace singular. Muy bien filmada, presenta personajes convincentes como el veterano y sentencioso pescador de Lito Cruz, el gringo dueño del bar, Julian Howard y la prostituta de María Fernanda Callejón, entre otros. Jorge Nolasco como el atribulado protagonista, también hace un gran aporte.