Un barrio obrero en la zona norte de París en 1936. Un teatro endeudado obligado a cerrar. Y un puñado de personajes que quieren seguir adelante como sea y reabrir el lugar a partir de un hipotético éxito. Un melodrama de puro sabor francés, con retratos trazados desde la ternura y apelando a los buenos sentimientos del espectador. La historia funciona bien a pesar del tufillo sensiblero y nostálgico. Los números musicales y el tono cómico de algunas escenas impiden el aburrimiento y hay que destacar la recreación histórica de París.