Tan triste como la letra de un tango.
Helena es una cantante de tango, un día, dejan de amarla. Su carrera hasta ese momento estable, decae, su salud e intento de suicidio posterior sólo demuestran que su estado es similar al de las letras que en las noches canta en diversos escenarios de la ciudad.
Cambiar de habitat puede ser una solución, empezar de nuevo otra. Es así como Helena cambia radicalmente, migra tanto físicamente como en actitud.
Los tangos acompañan la acción en todo el metraje, las letras de abandono, tristeza, añorar, hacen de Helena una ejemplo viviente de lo que canta, viaja sola con su canción.
Eugenia Ramirez Miori interpreta a la cantante que migra de Buenos Aires a Francia, actriz y cantante de profesión, interpreta un amplio repertorio en las presentaciones o entre quehaceres domésticos títulos como “Yo no sé qué me Habrán Hecho tus Ojos”, “Alma en Pena”, “Quien Hubiera Dicho”, “La Ultima Curda” o “El Ultimo Café”.
El bahiense Diego Martinez Vignatti compone su tercer largo como director, presentado en el Festival de Locarno en la Competencia Oficial, ya había trabajado como director de fotografía para directores como Reygadas en Japón o Batalla en el Cielo.
La Cantante…es un film cuyo guión parece haber salido específicamente de una letra de tango, la vinculación es notoria, los temas similares, actuales. Se mantiene un quiebre entre lo que sería el pasado y futuro de la protagonista, un punto de quiebre.
El mayor atractivo que podría haber tenido el film se ve en cierta manera truncado por los límites vocales y de registro de la actriz principal, un relato plenamente vinculado a lo musical donde la letra es vigente tanto como el ambiente pero no la performance, que no termina de convencer al espectador sobre la grandeza de la cantante demostrada como tal en el relato.