A fines del año pasado cuando surgieron las primeras noticias de La carretera se genéro una gran expectativa por esta adaptación de la novela de Cormack McCarthy.
Inclusive se la mencionó como una de las grandes candidatas para los Oscars de este año algo que no llegó a suceder, ya que no tuvo repercusión en las entregas de premios y su estreno en Argentina se demoró varias veces.
La película encuentra sus virtudes en el trabajo de fotografía y la interpretación de Viggo Mortensen, quien es el que más se destaca en el reparto.
Al margen de estos puntos el film es un bodrio que califica entre las peores historias apocalípticas que se conocieron en el último tiempo.
La trama no tiene tanto que ver con el fin del mundo, sino con el fin de la sociedad tal cual la conocemos.
Una temática que George Romero y John Carpenter trabajaron en el pasado pero como hacían películas plagadas de acción o escenas violentas a la crítica tradicional le llevó una vida tomarlas en serio.
Dentro de este estilo de relatos estos directores brindaron propuestas que al menos lograban engancharte con los problemas que atravesaban los protagonistas y el conflicto en general.
El tema es como que no tiene acción o grandes momentos de suspenso para algunas personas es más artística, cuando en realidad es un embole pretensioso que te deja totalmente indiferente ante las situaciones que atraviezan los personajes principales.
La carretera es una larga tortura de 111 minutos donde se presentan a los buenos, los malos (los caníbales) y una serie de situaciones que no tienen explicación, ya que la historia tampoco brinda mucha información sobre lo que ocurrió en el escenario donde se desenvuelven los aburridos personajes de McCarthy.
Es una película que no va a ninguna parte. No es entretenida, tampoco aborda ninguna reflexión en particular y por eso desde lo emocional no genera nada porque es difícil conectarse con los personajes por la manera en que se encaró el relato.
De todas maneras, para los que se enganchen con una historia densa y ultra deprimente esto es como pasar un día en un spa.