Una casa, un misterio, un espectro que acecha, tres ideas con las que trabaja el débil guion de la película. Leonora Balcarce aturdida por la confusión de la propuesta, hace lo que pueden en un relato que transita lugares comunes y revisita viejos clásicos del género pero que nunca puede convertir sus promesas en realidades. Mike Amigorena juega a ser Jim Carrey en un doble rol que muchas veces, sin una guía correcta, parece más una broma que algo serio.
Un filme que revive mitos sobrenaturales y la sugestión descontrolada. Crítica de “La Casa Acecha” Florencia Fico La película siembra una narración fantástica con tintes de suspenso y terror. Las entidades paranormales combinadas con espiritismo nutren de temor y locura al espectador. Por. Florencia Fico. El programa “Jueves estreno” lanza dos películas nacionales esta ... Los directores Mariano y Eric Dawidson recrean, “La casa acecha”, un filme sobre un personaje perturbador, que cuida un hogar deshabitado, congregando a sus pobladores al delirio y la muerte. El reparto compuesto por: Leonora Balcarce como “Maru” esposa de “Maxi” encarnado por el actor Mike Amigorena, “Eduardo” en la piel de Edgardo Moreira y “El casero” por Christian Martín Álvarez. Balcarce calibra bien su interpretación con bronca, curiosidad y temor. Amigorena se ve absorbido por la formalidad de Leonora aunque lo compensa con humor y estridencias. Moreira saca su carácter más férreo, duro, violento e intimidante en su papel . Y Álvarez aplica toda su gestualidad y porte para dar espanto. La casa acecha» (Estreno en línea: jueves 11 de junio) – GPS ... En torno a la realización los hermanos Dawidson montan una thriller fantástico gore con recursos comunes del género suspenso como: energías paranormales o sobrenaturales; en este caso un espectro o figura espiritista. El desarrollo de un relato con peligros y enfrentamientos. La temática de evitar la muerte se hace presente. La locación en una casa abandonada con: escaleras, cuartos misteriosos o secretos, subsuelo y una planta alta. Un marco ideal para generar en el espectador diversos climas de susto, sofoco, ansiedad, pánico, ahogo, sorpresa y enigma. La casa acecha» (Estreno en línea: jueves 11 de junio) – GPS ... El concepto fantástico lo da el guion de: Dieguillo Fernandez , Mariano De Rosa y Alberto Fasce. Elaboraron la leyenda o la fábula propia de los pueblos, como El Nahuelito, en éste caso el del “El casero”. Él era descendiente de un conde quien “construyó este monstruo”. Esa representación del hogar crea un primer acercamiento al carácter diabólico del espacio y su mirada. Asimismo el ente asociado a lo macabro y a los sacrificios humanos. Los seguidores del cuento en la actualidad que hacen circular y retroalimentar el imaginario del público. Además, se expone la posibilidad de la posesión de cuerpos lo que aumenta la alucinación; en clave torturadora y delirante. Los efectos especiales de los Hnos. Dawidson Films se pronuncian con voces fantasmales y aterradoras. Las melodías metálicas que aturden a los personajes funcionan como señuelos para el terror. La animación de Derek Dawidson con una escena humeante o bajo las oscuridades también sirvió para incrementar el espanto. Los espejos con superposición de imágenes con la entidad siniestra también fue un correcto detalle de fotografía; en manos de Daniel Mendoza. Una escena captura cuando se ducha Maru una clara influencia del legado “Psicosis”. La casa acecha» (Estreno en línea: jueves 11 de junio) – GPS ... El montaje por parte de Gustavo Codella y Miguel Colombo dio una puesta en escena que abarcó con creces cada ambiente dotándolo de un aspecto enloquecedor con: veladores que se prenden de repente, collares de época que cortan y cuartos ambientados en forma ritual. Una mano pseudo momomificada irriga más connotaciones como un giño a Dedos de La familia Addams. El maquillaje de Mariela Aracena le hace honor al salpicado sangriento de toda película gore. El vestuario que dispuso Betiana Temkin para “El casero” con una túnica negra y un bastón inmediatamente lleva a relacionar a: la Parca, vampiros, brujos a lo Voldemort o Nosferatu. Asimismo, con “Eduardo” con camisas leñadoras que lo posicionan como alguien de armas tomar. En Mike Amigorena con los ambos blancos de trabajadores de construcción símil Breaking Bad y con vestimentas oscuras con capucha lo que cosecha dudas de su identidad. La casa acecha» (Estreno en línea: jueves 11 de junio) – GPS ... La músicalización de Rodrigo Crespo y la dirección de sonido de Celeste Palma incrementan los sentidos de alarma con: el cantar de pájaros, ruidos constantes de cadenas y golpes. El uso de pianos con notas lúgubres y violines a tonos fuertes satura a cualquiera. Para dar contexto de un lugar rural, se usa una canción country: “Long shadow” o esa larga sombra que acompaña la película. Otras más pop indie reggaetonera como “Fuego y pasión” de Juan Ingaramo, Elsa y Elmar crean un espacio para el romanticismo y “Fobia” con la letra: “Afuera hay que esquivar el fuego artificial. Ese que quema lo que no soy, si yo no soy ese. No quiero ser más ese por favor”; composición que evidencia cómo se siente Máximo al ser poseído por “El casero”. La directora de arte Alejandra Isler dispone una escena muy particular en una pieza. Una instalación con un dibujo en rombos con madreas que provoca esa esencia esotérica que permanece en todo el filme. El filme acerca a una inesperada historia de suspenso con matices de terror y suspenso. La actriz Leonora Balcarce destaca la película con dramatismo, Edgardo Moreira con su provocación y Mike Amigorena con pizcas de su histrionismo. El trio da puntos de tensión interesantes a la trama. Hay un armado inquietante que resulta en un thriller con sello: Los hermanos Dawidson. Puntaje:60
EL DESPRECIO El desconcierto, cuando no da vida, mata. El desconcierto que provoca una película como La casa acecha (que desde su título mismo parece consagrarse al culto por la obviedad), un compendio mal articulado de escenas cuyas decisiones formales son inentendibles o parecen haber sido escritas sin el menor esfuerzo, no da siquiera para la risa (que podría haber sido un buen destino). La sucesión de elementos descuidados comienza en la primera escena con una reacción imposible de Mike Amigorena (un tipo simpático pero que en una película de terror es como una aceituna en un pan dulce) ante un sobresalto. Leonora Balcarce es su mujer y están llegando con el auto en medio de la noche a La Pampa para arreglar una casa. Ella se muestra reticente, desganada, y no saldrá nunca de ese registro, producto de las falencias de un guion plano en cuanto a la construcción de los personajes. Los colores azulados en el interior del auto anticipan la paleta dominante para el resto de la historia en la casa, una especie de frigorífico gigante (claro, hay espíritus, hace frío entonces). Hacia el fondo del coche, una estampa roja señala el infierno por venir. A partir del momento en que ingresan al lugar, todo se va apagando en el peor de los sentidos y se potencian progresivamente los baches de un relato plagado de referencias mal utilizadas y de recursos empleados para cubrir aquello que no existe. Con respecto a esto último, la utilización de efectos de sonido intenta tapar los agujeros de un desarrollo argumental pinchado y atmósferas que no conmueven ni sobresaltan. Y si bien el miedo es un efecto subjetivo que no hay por qué medirlo en cada espectador, sí se reconoce una intencionalidad de causar inquietud, al menos, cuyo resultado es nulo. A esto hay que sumarle los tonos solemnes de los diálogos, por ejemplo los del Bocha, el lugareño que los asiste en la casa, y las modulaciones imposibles de Amigorena. Pobre Amigorena. Uno tendería a pensar que es una venganza o un gualicho que alguien le perpetró para que protagonizara la película, es la única explicación para digerir la ridiculez a la que se expone y es expuesto. Ni hablar de la aparición del espíritu, una mezcla de villano de La amenaza fantasma de George Lucas licuado con la muerte del Bergman de El séptimo sello. Por otra parte, las reacciones de los personajes parecen desfasadas en el tiempo en que deben hacerlo. Nada funciona. Los movimientos de cámara son arbitrarios, las conversaciones están mal filmadas. ¿Cómo puede entenderse que en medio de una charla se alternen angulaciones diversas, cuál es la lógica dramática de tales decisiones? ¿Cuál es la lógica, por otra parte, de repetir siempre el mismo latiguillo, el mismo chiste del protagonista a su mujer? Imposible saberlo. Lo peor, acaso, sea que la propuesta encima es pretenciosa. Me acordaba mientras miraba esta película de un ritual que sostenía con amigos hace un tiempo donde mirábamos videos de bandas glam (las berretas, las de la década del ochenta, esas de pelos largos platinados). Entre ellos había un bajista que decía “qué desprecio por el instrumento”. Y me digo ante la película reseñada, qué desprecio por el género.
Crítica a “La casa acecha” Julian Esteban De Santo Mike Amigorona (máximo) y Leonora Balcarce (Maru) son una pareja que intentan remodelar una casa antigua de un pueblo chiquito. Mas temprano que tarde la casa comienza a dar muestras de una energía negativa que influye en los personajes y comienzan a enloquecerlos, por lo que la pareja comienza a tener conflictos. En el pueblo corren historias de terror y brujería representadas por el personaje de “El bocha”, un pueblerino algo siniestro que en un principio ayuda a la pareja. El satanismo, los fantasmas y los rituales son ingredientes de esta película que retoma herramientas historicas del género pero con un estilo propio. La buena musicalización y la teatralidad de sus dos personajes, con un Amigorena mas ameno y distendido y una Balcarce mucho mas preocupada, son los puntos mas fuertes de la cinta. Arte Actores Musica User Rating: No Ratings Yet !
La casa acecha narra la historia de una pareja (Mike Amigorena y Leonora Balcarce) que viaja para reparar un caserón en el campo por pedido de un amigo de él. Ella tiene dudas acerca de las intenciones del arreglo y le preocupa lo destruida que está la casa. Pero ese es el menor de los problemas. A media que pasan los días empiezan a notar que hay una presencia en la casa, una entidad que sigue presente y afecta a sus habitantes temporales. La película tiene un buen manejo del suspenso y técnicamente es irreprochable. Intenta mantener la dignidad de no caer en los lugares más usados del género y los actores son buenos. El inconveniente está en que su estilo de terror de la vieja escuela, su concepto de caserón entre las sombras requiere un refinamiento mucho más mayor que el cine de terror de golpes de efecto. Entonces cuando llega el momento de asustar de verdad o generar climas verdaderamente angustiante la película delata ciertas limitaciones. Las apuestas más ambiciosas elevan la exigencia, por lo que aunque la película no consiga plenamente su objetivo, se eleva por encima de la mediocridad de muchos otros exponentes del género en su versión local.
Ensueño (pesadilla) y ambiente único. La casa donde sucede casi toda la acción es protagonista; el fuera de campo, la iluminación (o su falta) crean tensión y miedo, que se pierden algo cuando lo fantástico aparece en pantalla. Vale la pena.
Fabula ancestral Las historias sobre casas embrujadas abundan, para diferenciarse es vital ser original. La casa acecha (2019), de género fantástico y de suspenso, cuenta la historia de un personaje siniestro que protege una casa abandonada, llevando al hombre de la pareja que la habitan Mike Amigorena y Leonora Balcarce a la locura y la muerte. Con respecto a las actuaciones, Leonora Balcarce se distingue por su buen manejo del hilo emocional. Gracias a la buena fotografía y diseño de producción, se genera una atmósfera siniestra. No obstante, la dirección de los Hermanos Mariano y Eric Dawidson abusa del sonido a lo largo del desarrollo para generar tensión y suspenso. El guion respeta el género y atrapa al espectador con un inicio inquietante y misterioso, pero resulta poco convincente para sostener la premisa principal a lo largo de todo el film debido a su simpleza. "La película entretiene por momentos, sin embargo es una historia que no aporta novedades."
Crítica emitida en radio. Escuchar en link.
Crítica emitida en radio. Escuchar en link.
Cada vez son más los realizadores argentinos que se arriesgan con el género de terror, que tiene sus reglas y riesgos. En este film de los hermanos Mariano y Enrique Dawidson, la idea de llevar a una pareja a una casa extraña, con abandono a cuestas, muebles tapados con sábanas, ventanas tapiadas, plásticos como separadores de ambiente y otros muy buenos recursos de ambientación, no se termina de redondear debidamente. Ese punto de vista atractivo, en el guión de Dieguillo Fernández, Mariano de Rosa y Alberto Fasce, no tiene un desarrollo que acentúe los lados misteriosos y siniestros de una historia con apariciones fantasmales y posesiones. Quedan interrogantes lógicos que dentro del género fantástico ayudan a que avance el film, que aquí no se explotan. Mike Amigorena juega bien su rol de hombre encantador que por momentos siente que lo habita el mal y Leonora Balcarce es una buena elección con su belleza lejana y su necesidad de lógica. Un entretenimiento para los amantes del género.