Un film que daba para mucho más
Sarah y Elissa, madre e hija, se mudan a una nueva ciudad para, entre otras cosas, restablecer y afianzar la relación entre ellas. Su madre ha conseguido trabajo como médica en el nosocomio local. Alquilan una casa a un bajo precio ya que, patio de por medio, hay una vivienda donde una niña asesino a sus padres y se escapo sin que nunca la encontraran.
Allí vive aún el hijo del matrimonio, Ryan, un joven taciturno y marcado por la sociedad por la tragedia ocurrida en su hogar. Elissa entablara una amistad con el joven a pesar del prejuicio de su madre, de sus vecinos y de sus nuevos compañeros de colegio. Pero nada es como parece ser…o si ?
Esta es una vieja historia contada con modernos aspectos tecnológicos y con una joven estrella en ascenso (Jennifer Lawrence de “Los juegos del hambre”) a quien hay que sacar provecho en taquilla.
El film, más allá de que tiene algunos aciertos de guión, es muy convincente al principio mostrando muchos aspectos profundos y psicológicos de los personajes, pero desviándose hacia demasiadas situaciones (muy películas de terror de los ochenta) como para que el espectador llegue, aunque sea un poquito, a creérselas.
“La casa de al lado” podría haber sido un muy buen film si se extendiera solo un poco más de cuando se devela el misterio mayor, pero lo quieren alargar demasiado volviéndolo, más que de suspenso, de tedio. “La casa de al lado”, un film que podría haber sido más de lo que es.