Todo es lo que parece
Es triste como las películas de terror cada vez van cayendo en los mismos estereotipos y malas resoluciones de siempre. Hoy en día todas las historias se parecen en todo. Desde los personajes hasta las acciones. Incluso, o son predecibles o el final es delirante. Pues este caso, es exactamente eso. Nada en "La casa de al lado" es distintivo, cada una de las piezas de su concepción son copias de las últimos éxitos adolescentes del género.
Como es de costumbre, lo mejor de la película se encuentra en su ambientación. Lugares oscuros y terroríficos, propicios para el horror, envuelven a la película de principio a fin. Aunque acá exageran en el pavor (el diseño visual se acerca más a una película de fantasmas), es indispensable para generar tensión en el espectador. Ojo, no hay nada nuevo ni diferente. Simplemente aquí hicieron un buen trabajo.
Sin embargo, como siempre el problema de estas películas es su historia. Para generar terror es indispensable tener una buena trama. No basta con el típico golpe de sonido o la repentina aparición en cámara. Esos son sustos no miedo.
Al principio la película parece ser llevada con bastante eficacia. La tensión se va acrecentando poco a poco. Nada muy llamativo, pero tampoco cuestionable. El problema es cuando lo inevitable debe suceder y el horror debe materializarse. Allí es donde la historia cae en las forzadas vueltas de tuercas e irritantes resoluciones. Nuevamente al final, como pasa siempre, sacrifica verosimilitud en búsqueda de entretenimiento. Personajes desechables mueren como si nada y villanos y protagonistas sufren de todo pero no caen.
Es importante aclarar que ningún personaje presenta un desarrollo merecedor de algún tipo de reconocimiento. Todos son trillados y superficiales, con los típicos problemas descriptos de la manera menos original posible. El trastorno psicológico que padece el villano es increíblemente ridículo. Con solo pensar un poco cualquiera puede darse cuenta que nada motivo que se comportara de esa manera.
Algo que llama la atención es como sin razón alguna todo el pueblo le tiene miedo al villano y aunque realmente era infundado ese temor, al final tenían razón. Incluso a pesar de que la ley actuando competentemente digiera lo contrario. Raro.