Lo primero que deberías saber sobre este estreno es que no se trata de una propuesta de terror.
Tanto los trailers como el diseño del afiche le hacen creer al espectador que es una propuesta de ese estilo, cuando en realidad el género brilla por su ausencia en este film.
Está bueno aclarar esto de entrada para evitar decepciones después en la sala.
La casa del al lado en realidad es un thriller de medio pelo destinado al público adolescente, especialmente al target menos cinéfilo que se encuentra con esto y creen que es la gran maravilla del suspenso.
Hago la aclaración por que también hay adolescentes (no hay que subestimarlos) fanáticos del cine que a esa edad ya vieron Psicosis o Vestida para matar de Brian De Palma y pueden diferenciar claramente un gran thriller de uno mediocre.
La trama de este film, que parece haber sido concebida como una especie de Psicosis: Teens, tiene un comienzo interesante pero el film luego se cae con la predecible narración del director Mark Tonderai, quien logra que esta historia sea bastante aburrida, debido a la enorme cantidad de lugares comunes que tiene su trabajo.
Recién en los 10 minutos finales suceden cosas relevantes y el conflicto se vuelve un poco más entretenido.
Jennifer Lawrence, quien acá interpreta al típico personaje apático de Kristen Stewart, es una muy buena actriz pero su trabajo en esta producción está al mismo nivel de lo que hubiera hecho cualquier chica del cine clase B.
Por su parte, Elizabeth Shue acompaña a la protagonista sin aportar demasiado.
La verdad que no se les puede objetar mucho a los actores porque hicieron lo que pudieron con el material que tenían.
Es probable que con otro director que supiera trabajar el género de suspenso esta película hubiera resultado más entretenida, ya que la idea general de la trama no estaba mal.
Sin embargo, por la manera en que La casa de al lado fue realizada su visión se borra enseguida de la mente cuando termina la función en el cine.