La casa de las masacres: Hacha sin filo.
Como es habitual, llega la película de terror de la semana. Esta vez con casa embrujada, asesinatos cruentos y todos los clichés de historias basadas en eventos reales.
Este año tuvimos varias propuestas de terror clase B, entre las más recientes podemos nombrar a Aplicación Siniestra (2016), Demonio (2016) y Nunca Digas su Nombre (2017). La Casa de las Masacres o The Axe Murders of Villisca (2017) se une a la larga lista de producciones independientes de terror que no agregan demasiado al género ni en lo estético ni en lo narrativo.
El film, basado en hechos reales, cuenta los eventos ocurridos en una pequeña ciudad de Iowa (Villisca) en 1912. Durante una noche de junio, ocho personas (una madre, un padre, sus cuatro hijos y dos invitadas) fueron asesinados a hachazos por un psicópata, un caso que a día de hoy está aún sin resolver. 104 años después, Caleb y Denny, dos amigos interesados en la caza de fantasmas, y Jess, la nueva chica de la secundaria, deciden entrar en la casa donde ocurrió aquel baño de sangre con la esperanza de grabar actividad paranormal. Como es de esperar, empiezan a ocurrir eventos paranormales, crueles y sangrientos. Bueno, en realidad no. Uno podría esperar esto en un film de estas características, pero la realidad es que La Casa de las Masacres está atestada de escenas incongruentes y situaciones absurdas, donde el espectador no se asustará en ninguno de los 78 minutos de duración del largometraje.
No solo la cinta no propone nada nuevo, sino que tampoco atina a hacer nada interesante para brindarle al público. Los personajes están muy desdibujados y cuesta generar empatía con ellos. Si vemos ejemplos recientes de buenas propuestas de esta índole, se nos viene El Conjuro 1 y 2 y la saga de Insidious, donde uno lograba empatizar con los protagonistas y de esta manera se enriquecía el relato.
Lamentablemente el director falla a la hora de provocar al espectador emoción alguna. Ya no solo me refiero a terror sino a intriga en el desenlace o cualquier tipo de sentimiento más allá del aburrimiento y la previsibilidad. No aporta nada nuevo a un género plagado de relatos similares con mejores resultados en films como Poltergeist (1982), The Amityville Horror (1979) y The Others (2001).
Quizás el problema radica en centrarse demasiado en los adolescentes, pero sin darnos nada destacable de ninguno de ellos.
Caleb (Robert Adamson), Denny (Jarrett Sleeper) y Jessica (Alex Frnka), realizan una visita nocturna y clandestina a la casona donde ocurrieron los asesinatos. Como era anticipable, esto se debe a que los chicos poseen un canal de Youtube donde relatan hechos paranormales.
En síntesis, La Casa de las Masacres es otra de esos tantos films de terror decepcionantes que se vienen estrenando últimamente. Una cinta que no logra asustar ni resaltar a nivel narrativo o artístico. Una película de casas embrujadas que no puede superar los estereotipos.