Todo comienza cuando el hijo de la directora decide hacer su Barmitzva. Pero Poli nunca tuvo que ver con la religión judía. Su familia nunca se definió como judía y no hay rastros de judaísmo en su educación. Sin embargo, la decisión de su hijo la hace preguntarse sobre sus orígenes.
Poli se adentra así en la historia familiar y descubre que la identidad judía atravesó profundamente sus vidas. Revisa los álbumes de fotos y las películas 8 mm donde aparecen las imágenes de principio de Siglo de su bisabuelo Otto, un filósofo alemán judío laico, perseguido por el nazismo.
80 años más tarde, después de varias migraciones y exilios de la familia a Egipto, Argentina, Venezuela y Suiza, Poli decide volver a Alemania para conocer la casa de su abuela en la calle Wannsee, a pocos metros donde se decretó la Solución Final para todos los judíos de Europa.