Otro ejemplo de terror latino
Aunque el cine latinoamericano pareció durante décadas restringido al cine de denuncia social o el drama, el siglo XXI ha encontrado que varios países del continente se le han animado cada vez al cine de género. México, Chile, Brasil, Colombia y Uruguay han dado exponentes del cine de terror dignos de atención. En Argentina, por ejemplo, el género ha tenido en estos quince años casi más películas que en los cien previos. Sin duda el cambio generacional tiene que ver con eso, pero también con que los medios de producción y consumo del cine han cambiado. La casa del fin de los tiempos es un film de terror proveniente de Venezuela. Esta película de gran éxito comercial en su país cuenta la historia de una mujer que pena treinta años de condena al ser acusada de asesinar a su esposo y su hijo. Cuando la mujer, anciana, vuelve a la casa a cumplir arresto domiciliario, las piezas incompletas del rompecabezas empezarán a cobrar sentido, a la vez que empezamos a entender que en la casa hay algo mucho que va mucho más allá del crimen que desató el drama inicial. El film no es tímido y se arriesga en todos los sentidos, aun cuando no siempre alcance sus ambiciosas metas. Tal vez al género todavía le falta un poco para crear obras maestras, aunque este año Argentina sorprendió con la muy buena Resurrección, una verdadera joya del terror gótico. La casa del fin de los tiempos adolece de las limitaciones que se han visto en otros títulos latinoamericanos de terror y sería caer en un paternalismo innecesario e imprudente pasar por alto esas limitaciones. Todavía hoy el ritmo de los relatos no logra tener la tensión necesaria para el cine de terror, aunque cuando sí se ha mejorado mucho en la creación de climas. La música, el sonido, la fotografía, todo tiene calidad y sin duda eso suma, pero las actuaciones y la puesta en escena en general aun no logran la fluidez necesaria para que el espectador se meta por completo dentro de la historia. La casa del fin de los tiempos proporciona buenos momentos y algunos sustos genuinos. Peca de cierto exceso en los golpes de efecto sonoros, pero nada que no practiquen otros films en todo el mundo. Para el amante del cine de terror que ve con atención el crecimiento del género en el continente, sin duda tendrá elementos de interés extra. Mientras tanto aconsejo al lector que empiece a explorar el tema, ya que la multiplicación de películas de horror parece anuncia que el género ha llegado para