Remake con ideas creativas
Este sí es un caso raro: «La casa muda» era una original película de terror uruguaya sobre una chica atrapada en un caserón con las puertas y ventanas tapiadas debido a que está en venta, y acosada por un psicópata que hace cosas extrañas en el piso de arriba.
Ahora esta remake es muy parecida en toda su primera parte, y aun cuando se ocupa de cambiar la trama dando vuelta todo el final, genera una sensación de déjà vu no demasiado atractiva, detalle que por supuesto afecta solamente a los que hayan visto el original uruguayo.
En el caso de esta versión, la casa es mucho más grande y la chica protagonista (una eficaz Elizabeth Olsen) se la ve casi todo el tiempo sola, aunque también son víctimas de la situación su padre y su tío. La iluminación, punto clave para que el asunto funcione, está muy cuidada, aunque en algunos momentos clave copia plano por plano al film uruguayo, lo que vuelve un poco cansador todo el asunto para quien haya visto el film anterior.
Sin embargo, cuando se separa argumentalmente de «La casa muda» y empieza a esbozar ideas propias esta «Silent House» realmente mejora y sorprende al espectador con una nueva subtrama que lleva todo el guión a otro tipo de psycho thriller. En este sentido se puede decir que estamos ante una digna remake estadounidense que no se conforma con repetir las cosas sino que aporta terroríficas ideas propias.