Esta película es la remake innecesaria del film uruguayo La casa muda, que pudimos ver el año pasado.
Un interesante experimento cinematográfico dentro de este género que se destacó por la interpretación de su protagonista.
La verdad que estaba buena esa película, sin llegar a ser una joya del cine y los argumentos de los detractores nunca me terminaron por convencer.
La versión yankee es básicamente la misma película que vimos hace un tiempo con algunos cambios desafortunados en la trama.
Las modificaciones lejos de aportar algo interesante y creativo lo que hicieron es convertir al relato original en una propuesta más burda y predecibles donde los directores tenían la necesidad de explicar todo.
El film uruguayo era un poco más ambiguo en la resolución del conflicto.
La casa real donde se hizo el film original, por otra parte, era mucho más tenebrosa y brindaba un magnífico escenario para un relato de este tipo, algo que no ocurre con la de la remake.
Lo mejor de esta nueva versión (y lo único para destacar) es el trabajo de la protagonista Elizabeth Olsen, quien brinda una tremenda actuación.
El personaje principal de esta historia es muy desgastante a nivel físico y emocional y esta actriz que hace poco empezó a sobresalir en el cine hizo un gran trabajo.
Claramente lo mejor de esta película.
Los directores de Mar abierto, Chris Kentis y Laura Lau, se tomaron su tiempo para elegir un nuevo proyecto, pero esta remake no resultó la mejor opción.
Seguimos en la espera de un buen film de terror para disfrutar en el cine.