Todo se desarrolla en una pintoresca villa cerca de Marsella. Tres hermanos de mediana edad regresan a la casa de su padre, Angèle (Ariane Ascaride), Joseph (Jean-Pierre Darroussin) y Armand (Gérard Meylan). Ellos no se ven hace varios años y se reúnen ante la enfermedad de su padre que ha sufrido un derrame cerebral, deberán resolver la herencia y cuidarlo. Se enfrentan al pasado, el presente y tiene su momento para la reflexión. Además toca temas relacionados con la solidaridad, fraternidad, sociales, económicos, políticos y sobre los refugiados.
Esta comedia dramática tiene mucho encanto, buenos toques de humor, es emotiva, los personajes se encuentran rodeados de distintas inquietudes, con momentos apasionantes y excitantes, cuenta con estupendas actuaciones, envueltos en un estupendo paisaje que también es protagonista, le va otorgando al relato muy buenos climas y matices.