La casa oscura es un thriller protagonizado por Rebecca Hall, en la que interpreta a una viuda acosada por un espíritu maligno. Está dirigida por David Bruckner, y completan el elenco Sarah Goldberg, Evan Jonigkeit,
Vondie Curtis-Hall y Stacy Martin, entre otros.
La historia se centra en Beth (Hall), una mujer que atraviesa el duelo por el suicidio reciente de su esposo, y empieza a ser acosada por un espíritu, además de tener visiones perturbadoras que confunde con sueños. Lo que la lleva a investigar sobre el pasado de su difunto cónyuge, sacando a la luz terribles secretos.
Es necesario aclarar que, si bien tiene varios puntos en común con la recientemente estrenada Maligno, su puesta en escena es diferente, porque carece del efecto sorpresa, razón por la que resulta ser una película aburrida. Porque carga toda la tensión dramática en su omnipresente protagonista, con la que los espectadores compartimos el punto de vista, pero los datos para resolver el misterio resultan escasos, por eso tanto los jumpscares como los sonidos fuera de campo carecen de efectividad.
A lo que se suma el problema de la fotografía, a cargo de Elisha Christian, cuya excesiva oscuridad en los planos nocturnos dificultan la visualización, haciendo que el espectador pierda interés en lo que ocurre. Porque si bien se entiende la idea que se busca con las imágenes, que es convertir a este lugar de ensueño en una pesadilla luego de la tragedia, la utilización de tonos fríos hubiera resultado más adecuada para marcar dicho contraste.
En conclusión, La casa oscura es una película que no funciona porque en lugar de mantener activo al espectador lo aburre, especialmente por la oscuridad de una fotografía que dificulta la visualización. Pero lo más importante es que el misterio que se va revelando con el correr de la trama y su respectiva resolución en el clímax tampoco convencen, lo que hace que a pesar de tener escasos momentos bien logrados resulte fácilmente olvidable.