Mientras intenta superar el inesperado suicidio de su marido, Beth (Rebecca Hall) trata de recuperar su rutina en la escuela en la que enseña. Si bien durante la mañana es todo bastante normal, a la noche empieza a tener sueños cada vez más recurrentes donde siente una presencia en la casa en la que vive. Lentamente empieza a desesperarse y para no caer en la locura comienza a investigar sobre por qué su marido tomó esta decisión tan drástica, revisando sus pertenencias. Es así como descubrirá secretos tan extraños como terribles que deberá resolver.
«La casa oscura» está dirigida por David Bruckner, un realizador con gran experiencia en películas de terror, como «The Signal» (2007), «V/H/S» (2012), «Southbound» (2015) o «The Ritual» (2017). Eso se nota a la hora de construir esta historia, que se aleja un poco de las tramas convencionales de casas embrujadas, ya que en este caso se mezcla el terror paranormal con un thriller psicológico, equilibrando de buena manera la fantasía o el imaginario con los miedos más terrenales. No sabemos si lo que vemos es del todo real o si es producto de la mente perturbada de la protagonista por el duelo que está transitando y la falta de sueño.
Es interesante cómo va evolucionando la historia a medida que avanza el largometraje. A pesar de que su explicación y resolución se vuelve un poco rebuscada, la trama nos va brindando pistas a lo largo de todo su desarrollo para que lleguemos a esa conclusión. Es así como logra atraparnos desde el comienzo y mantener nuestra atención en todo momento.
La protagonista se encuentra en nuestra misma situación: tiene que desentrañar un misterio que le es ajeno y empieza a sentir que en realidad no conoce a quien tuvo al lado todo este tiempo. Nosotros tampoco sabemos nada de su historia, solo lo que nos enteramos a partir de sus descubrimientos, que resultan ser bastante interesantes y atractivos.
Uno de los puntos más altos de la cinta es la actuación de Rebecca Hall, que a pesar de que tiene el sustento de algunos personajes secundarios, es la que lleva adelante todo el drama y el suspenso. Hace un magnífico trabajo para encarar a esta viuda que está transitando un duelo pero que no puede dejar el pasado atrás por las raras circunstancias en la que se suicidó su marido y los extraños sucesos que le ocurren desde entonces. Su interpretación es magnética, inquietante y sólida.
Por otro lado, se crea un gran clima de suspenso, terror y tensión, a partir de su fotografía oscura, de la predominancia de escenas nocturnas, el uso del sonido para acrecentar los ruidos de las puertas, los pasos y la presencia de otro ser, y una lograda banda sonora que aumenta todas estas sensaciones.
En síntesis, «La casa oscura» es una película de terror que no busca quedarse en simples jumpscares, sino ahondar en la vida después de la muerte, la soledad, el duelo, la depresión, y los pensamientos negativos, a través de una historia que atrapa gracias a plantear un misterio interesante, que a pesar de resolverse de forma un tanto confusa y rebuscada logra generar un impacto en el espectador. Sin dudas debemos destacar la performance de Rebecca Hall como también los logrados aspectos técnicos que crean el clima deseado.