LA CENICIENTA recrea la historia de la muchacha maltratada por su madrastra y hermanastras y que gracias a la ayuda de un hada madrina cumplirá su deseo de acudir a un baile en el palacio en donde encontrara a su príncipe azul.
A esta altura del partido, hay poco que se pueda agregar a este cuento de la joven que pierde su zapato. DISNEY logró recrear el cuento en una versión animada inolvidable en 1950, y ahora tomando como basé aquella versión, el director KENNETH BRANAGH pone en escena una versión live action majestuosa. A diferencia de otras cintas basadas en cuentos infantiles, esta CENICIENTA nunca reniega de lo clásico, haciendo funcionar los tópicos que todos recordamos de la fábula: la calabaza transformada en carroza, los ratones en choferes y el zapato de cristal que busca su calce perfecto en el pie de la doncella.
Visualmente impactante, con un diseño de vestuario y escenografías imponentes, es un filme en donde los actores cumplen a rajatabla con la interpretación y clichés de sus personajes: CENICIENTA (LILY JAMES) es bella, generosa y dulce! el PRÍNCIPE atractivo y de dientes perfectos y LA MADRASTRA (una soberbia CATE BLANCHETT) malvada y terrorífica. Para las nuevas generaciones de espectadores es esta una oportunidad única de encontrarse con un cuento que funciona de principio a fin, y para quienes crecimos mirando la versión original, estamos ante la confirmación de que los clásicos nunca pasan de moda.