Un modelo narrativo sin modificaciones pero agraciado con una buena dirección
La tendencia de Disney de narrar en live action algunos de sus clásicos animados mas vigentes es una empresa que, al menos para mi gusto, ha tenido resultados dispares que han puesto en evidencia que lo animado debería haberse quedado como tal. No obstante, Cenicienta, bajo la dirección de Kenneth Branagh, es uno de los primeros ejemplares de esta nueva tendencia que inteligentemente no insiste en arreglar lo que no está roto.
Zapatero a tus Zapatos
La historia de Cenicienta ya la conocen, y el molde en esta película es seguido paso a paso. Todas las escenas que recuerdan del clásico animado, y por extensión, de cualquier iteración del cuento, van a verlas aquí.
El guionista Chris Weitz hace unas contribuciones inteligentes al guión tales como el porqué del nombre de la protagonista, el porqué de su personalidad bienhechora mas como una decisión en vez de una cualidad inherente, y más que nada el de exponer a la protagonista y a la antagonista como dos personajes que atravesaron la misma tragedia, pero que son contracaras a la hora de cómo eligen enfrentar la misma. También cabe destacar la subtrama del príncipe con su padre, y la lucha por ser su propio hombre y tomar sus propias decisiones.
La única desventaja que le encuentro es que posee un primer acto demasiado largo y algunos de los diálogos son demasiado unidimensionales. No obstante, no puedo objetar que el haberse apegado a la base, en lugar de construirle un trasfondo y un ambiente oscuro en un vago intento de hacerla original e incluso mas adulta, fue un gran logro.
Habia una vez… Brothaaaa (Con acento británico)
Si hay algo en esta película de lo cual no tengo absolutamente ninguna reserva es su dirección. Branagh mueve la cámara con absoluta gracia valiéndose de unas composiciones de cuadro en Cinemascope que saca lo mejor de sus detalladamente exquisitos decorados y la habilidad de sus actores.
En este último apartado es donde me quiero detener. Siendo Branagh un consumado interprete Shakespereano no es de sorprender que en Cenicienta la dirección de actores esté tremendamente aceitada. En manos de un director mas visual, esto hubiera quedado en solo una buena interpretación, la de Cate Blanchett, y nada más. Pero Branagh saca lo mejor de todos en una manera donde no sólo Blanchett destaca, sino Lily James como la protagonista titular, Richard Madden (The King in the North, The King in the North, The King in the North) como el príncipe y el gran Derek Jacobi como su padre. Eso sí, la interpretación que se roba la película es definitivamente la de Helena Bonham Carter como el Hada Madrina.
Conclusión
La originalidad es siempre un plus, pero hay veces que cuando esta es buscada con tanto afán, que se pierde de vista que es lo que hace que una narración funcione. Cenicienta es una decentemente escrita y excelentemente dirigida adaptación del cuento clásico, que brilla precisamente por no arreglar lo que no está roto. Ideal para los más chicos, y no me sorprendería que algún que otro miembro de la audiencia adulta que los acompañe pueda gozar por igual de sus virtudes.