Ritos del pasaje
Segunda parte de una trilogía realizada con los pueblos originarios, La ceremonia (2014) retrata desde lo observacional un rito iniciático que marca el pasaje de la niñez a la adultez.
En el Chaco paraguayo habitan los Yshir, pueblo que mantiene la tradición de realizar un viaje iniciático de tres meses con aquellos niños que dejaran de serlo para convertirse en adultos. Alejados de su familia aprenderán valores éticos, morales y naturales. ¿Pero hasta cuando la presión del mundo global va a permitir que estas tradiciones se sigan manteniendo?
De la misma manera que lo hizo en Crónicas de la gran serpiente (2011), Darío Arcella vuelve a incursionar en las entrañas de los pueblos originarios con una película donde la voz son las propias imágenes. Mientras que en la primera eran los propios descendientes del genocidio quienes llevaban el relato, ahora son los Yshir y aquellos que participan en la ceremonia de iniciación.
Arcella sigue durante todo el periplo a los protagonistas de la historia, a quien vemos salir niños y volver convertidos en hombres. Y no por el cambio corporal sino por el mental. La cámara actúa como si fuera un participante más, sin inmiscuirse ni alterar los hechos, Solamente observa y actúa como un intermediario para mostrar y poder mantener viva (aunque sea a través de la imagen) la tradición.
Ya sobre el final el relato hace foco en diversas familias Yshir que fueron emigrando hacia grandes ciudades, dispersándose y alejándose cada vez más de las tradiciones ancestrales. Ciudades donde ceremonias como éstas ya no tendrán ningún tipo de sentido.