Eddie Redmayne se transforma
Hace exactamente un año Eddie Redmayne se alzó con el Oscar a la mejor actuación por La teoría del todo (The Theory of Everything, 2014) donde interpretaba a Stephen Hawking. Un año después se pone bajo las órdenes del inglés Tom Hooper, ganador del Oscar por la dirección de El Discurso del Rey (The King's Speech, 2010), y el resultado es un film con todos los condimentos para aspirar a la estatuilla dorada otra vez.
La chica danesa (The Danish Girl, 2015) cuenta la verídica historia de Lili Elbey (Eddie Redmayne), un hombre apasionadamente enamorado de su mujer Gerda Wegener (Alicia Vikander) que un buen día entre juegos de seducción, se viste de mujer para ser pintado por su esposa –ella es pintora y necesita pintar mujeres- y despierta en él un deseo interior que desconocía. En palabras de hoy, sale del closet con la complejidad de transitar los prejuicios y precariedades en materia de medicina, de la década del veinte en Dinamarca. La necesidad de él por convertirse en su álter ego femenino "Lili" lo empuja a una serie de tratamientos anticuados para cambiar de sexo tan crueles como el descrédito social. En tales circunstancias aparece Gerda, la única persona que puede entender a Lili, fortaleciendo el lazo entre ambos en una particular historia de amor.
La película basada en el libro de David Ebershoff se narra con una clásica estructura propia de un melodrama convencional. Si no fuera por el pulso en la dirección de Tom Hooper estaríamos hablando de un film intrascendente. Pero aquello que realmente potencia al film en competencia en la 72 Mostra de Venecia, son sus actores principales: Eddie Redmayne y Alicia Vikander construyen el vínculo para hacer creíble y cotidiana a la pareja, trasmitiendo el compañerismo, el apoyo y la entrega de uno por el otro. En definitiva, una verdadera historia de amor.
Un párrafo aparte merece Eddie Redmayne, este actor a quien nadie había prestado atención hasta convertirse en Stephen Hawking, que logra con su sola mirada trasmitir el sufrimiento interno de una persona que lucha por su identidad. Su rostro bonachón ayuda a caracterizar su personaje con rasgos femeninos y angelicales en una transformación que sorprende.
La chica danesa es el clásico melodrama de más de dos horas de duración que suele llevarse el Oscar a mejor película, su narración convencional, lectura simple que apunta a un dilema universal desde la emoción lo confirman. Pero es la actuación y dirección aquello que eleva sus aciertos, por lo demás es una película que no presenta nada en materia cinematográfica que no hayamos visto hasta la fecha.