Tom Hooper vuelve a la pantalla grande para traer un drama protagonizado por Eddie Redmayne y Alicia Vikander. La película está basada en la novela de David Ebershoff, que retrata una historia real: la de Lili Elbe, la primera mujer en recibir una cirugía de reasignación sexual.
La chica danesa cuenta la historia de Einar Wegener/Lili Elbe (Redmayne): la primera mujer trans en someterse a una cirugía de reasignación sexual. Pero el foco no solo está puesto en el viaje que Lili emprende, sino también en la relación con su amada esposa hasta el final, Gerda Wegener (Vikander).
El matrimonio vive en Copenhague durante los años 20’. Él es pintor de paisajes, ella de retratos. Están en busca de un hijo, pero no logran tenerlo. Cuando Gerda le pide a Einar que se pruebe un vestido y que modele para ella, con el fin de terminar una pintura, empiezan a bromear con que su alter ego femenino sería Lili. Al punto de que Einar decide ir a una fiesta con su esposa, pero disfrazado de Lili. Allí se desencadena el relato: Einar se siente más Lili que Einar; Lili está atrapada en un cuerpo que no le corresponde.
Tom Hooper, ganador del Oscar en 2011 por su película El discurso del rey, trae a la pantalla grande una conmovedora historia de cómo, en un momento de la historia en donde las mujeres u hombres trans eran “fenómenos impensados” y mal vistos (al punto de que a Einar un médico lo trata de esquizofrénico), una mujer se animó a emprender el viaje de la aceptación y el descubrimiento personal. Una temática, sin dudas, sensible aún hoy en día: mérito para Hooper por el respeto y la delicadez con que trata la problemática de Lili.
¿Cuál es el problema, entonces, de La chica danesa? No conmueve. Si bien la historia en sí es preciosa, la estética de la película es perfecta y da gusto ver en pantalla la química entre Lili y Gerda/Redmayne y Vikander, en ningún momento termina de mover al espectador. Hooper pareciera haber optado por un tratamiento rígido de la trama, lo cual la vuelve un tanto llana y poco dinámica, con un guion que no acompaña por no profundizar en las emociones de los personajes.
Redmayne, nominado al Oscar por este papel (y ganador el año pasado por su interpretación de Stephen Hawking en La teoría del todo) está perfecto, pero está opacado por la bella Vikander, nominada como actriz de reparto. Ambos logran transmitir el amor y el compañerismo entre Gerda y Lili a pesar todo, y esta es la parte más rescatable de la película.