Anexo de crítica: Para la directora de Crepúsculo Catherine Hardwicke tener en sus manos la adaptación del clásico cuento infantil de los hermanos Grimm es la excusa ideal para convertir a caperucita en una adolescente que se debate entre el deseo de lo prohibido y el deber familiar. Le ha quedado demasiado grande a la realizadora que pese a su rigor esteticista no acierta ni con el tono y mucho menos con una historia elemental, tosca e irrisoria que apenas respeta la capa roja del original. Si todos los adolescentes son como esta caperucita sería bueno que dejen suelto al lobo.