David Fincher lo hizo. Se plantó ante la fama de “Millenium”, ante la trilogía de películas suecas, y demostró que su versión no es en vano. Volvió al libro original, cambió sólo algunas cosas superfluas, ya que la historia tiene tantos elementos atractivos y terribles, y con gran solidez nos regala su versión aún más intensa y fría y también más fácil para el espectador. Daniel Craig está perfecto y la gran discusión entre los fanáticos es si Roonet Mara está o no a la altura de la mítica Noomi Rapace, que es la reina de las tres pelis suecas. Es distinta, más apagada, quizás más parecida a la que soñó el autor. Para discutir las diferencias o para descubrir una obra que tiene fanáticos en el mundo, hay que verla.