Anexo de crítica: Con el nombre de David Fincher detrás del proyecto ya existía una garantía de atractivo visual para una saga sueca que se caracteriza por la oscuridad de las historias y la solapada denuncia social y política enmascarada en un thriller psicológico. La primera parte de la trilogía no sólo adapta con eficacia y pulso narrativo la historia original sino que le imprime una impronta de vértigo y tensión propia sin dejar de lado el desarrollo progresivo de los personajes y de las acciones centrales para cerrar una trama bien narrada y donde las marcas de estilo del realizador de Red social se palpan desde la extraordinaria secuencia de créditos de inicio hasta el último plano.-