El pasado te condena
Rachel es una mujer deprimida y alcohólica. Devastada por su reciente divorcio, y despedida de su trabajo, pasa sus días fantaseando con una pareja aparentemente perfecta que ve todas las mañanas desde el tren que la lleva a Nueva York. Al mismo tiempo está obsesionada por la vida de su ex marido con su nueva mujer, y la bebé que tuvieron juntos. Pero un día observa desde el tren un hecho que la moviliza y que la termina involucrando en un caso de asesinato. Basado en el best seller del mismo nombre de Paula Hawkins, "La chica del tren" es un thriller psicológico con demasiadas trampas y vueltas de tuerca. El director Tate Taylor ("Historias cruzadas") construye la historia como una pirámide de flashbacks que intentan mantener la tensión y el suspenso, pero este recurso se va desgastando a medida que transcurre la película. Los puntos de vista de los personajes también cambian caprichosamente y se esconden como en un juego de naipes, pero el efecto buscado sólo se traduce en un melodrama muy básico. Algunos críticos vieron sobre el final del filme una reflexión y una condena hacia la violencia de género. Y eso está. Pero la superficialidad de la película hace que cualquier posibilidad de reflexión quede velada.