Nada es lo que parece.
Basada en la popular novela de Paula Hawkins, el filme cuenta la historia de Rachel (Emily Blunt), una mujer alcohólica que queda emocionalmente destruida luego de que su esposo (Justin Theroux) la abandona para casarse con una mujer más joven (Rebecca Ferguson) con la que tiene una bebé y forma una idílica familia.
Sin trabajo ni proyectos, Rachel sigue tomando todos los días el tren que la lleva hacia la ciudad solo para pasar cerca de la casa donde vivía con su esposo y espiar a su nueva pareja. A unas pocas casas de su antiguo hogar, Rachel descubre a una mujer rubia en una ventana (Haley Bennet) y se obsesiona con ella, ya que de algún modo representa todo lo que ha perdido: una linda casa, un buen marido y una vida feliz.
Cuando la mujer desaparece y unos días después es encontrada muerta en un bosque cercano, Rachel se ve envuelta en una complicada trama de asesinato que la obliga a bucear en su pasado y así descubre varias conexiones entre ella y la víctima.
Rachel no solo debe aclarar un asesinato, sino que al hacerlo reconstruye su propia vida, rearmando un pasado que no es como ella lo recordaba.
En el libro la historia atrapa desde el comienzo y es realmente compleja e interesante, y a pesar de que son muchos los personajes está narrada con bastante claridad. No sucede lo mismo en el filme donde el director construye un entramado de flashbacks con diferentes puntos de vista y cambios narrativos abruptos pasando del suspenso al melodrama, con un mensaje feminista expresado de forma bastante torpe hacia el final de la historia. De este modo, salvo la protagonista, el resto de los personajes no tienen matices, son violentos u obsesivos, o promiscuos, pero solo un lado de ellos es el que se muestra en el filme, lo que no le permite a los actores construir personajes interesantes a pesar tener condiciones para hacerlo. La única que logra un personaje aceptable es Emily Blunt aunque por momentos su nivel de sufrimiento agota.
"La Chica del Tren" es una de esas buenas historias que no logran una efectiva adaptación para la pantalla grande. El filme tiene algunos buenos momentos pero nos quedamos con la sensación de que podría haber sido mejor. Pero ya se sabe que el "podría" no existe.