La Chica en la Telaraña: Batman, James Bond y un uruguayo entran a un bar.
El director uruguayo Fede Alvarez logra sacar a flote esta adaptación para nada sencilla del cuarto libro de la saga Millenium, recomendable para fanáticos de los thrillers… y hasta de Batman o James Bond.
En los últimos años tuvimos la oportunidad de leer cinco novelas, ver la miniserie sueca devenida en trilogía de películas y la versión “hollywoodense” de David Fincher además de algunas novelas gráficas. Incluso los fanáticos más entusiastas de la franquicia de Millennium podrían verse sobresaturados, haciendo difícil hasta para los más optimistas esperar que esta nueva adaptación (del cuarto libro en este caso) llegue a cautivar al público.
Lisbeth Salander ya esta, tanto en la cultura popular como en el universo de la película, establecida como una “vigilante” renegada que hace justicia por mano propia. Siempre vengando a mujeres maltratadas, y ocasionalmente realizando trabajos de delitos informáticos para financiar su vida de justiciera. En esta ocasión el film arranca con un trabajo como cualquier otro que terminara no solo ascendiendo a un nivel de intriga internacional sino que alcanzara a volverse personal, revelando de a poco el pasado misterioso de Salander.
El golpe más grande que recibe nueva producción es en el elenco. Es evidente que los actores fueron el primer lugar en donde se intento ahorrar algo de presupuesto. Como resultado tenemos a una actriz (Claire Foy, de The Crown) que hace mucho esfuerzo para un papel que definitivamente no es para ella, y un grupo de actores que no logran darle vida ni relevancia a ninguno de los personajes secundarios. El film esta completamente centrado en su protagonista, y afortunadamente decide prescindir bastante del dialogo para dejar que la dirección lleve adelante la trama. El verdadero protagonismo del film se lo lleva sin ningunas dudas su director y co-guionista, Fede Alvarez.
Ya pasaron cinco años desde que el uruguayo irrumpiera en la escena hollywoodense con su remake/reboot/revival de Evil Dead, y luego de la muy sólida No Respires (éxito en taquilla y con la crítica) y que se encuentra con una oportunidad casi única hoy en día: adaptar un capítulo autocontenido de una franquicia sin mucha presión ni expectativa, y con la libertad que un presupuesto mediano conlleva. Una verdadera rareza en los tiempos que corren, donde las producciones de cine en general suelen ser o de nivel independiente o gigantescas.
Afortunadamente esto le dio a Alvarez las alas para realizar completamente su visión, dotando la película de mucha personalidad y estilo. Especialmente en la primera mitad del film, la inventiva dirección de Alvarez lleva de la mano una adaptación tan difícil como era esta (con todos los pergaminos de la franquicia) con secuencias tan imaginativas como entretenidas que seguramente hagan sonrojar a los puritanos que detestan la dirección o movimientos de cámara tan activos y conscientes de si mismos. Una vez el misterio y la trama están en marcha sabiamente se limita a manejar el ritmo de la historia. El resultado es un thriller extremadamente serio y realista que sabe descansar en el pochoclo para entregar una trama dotada del talento de un director de género con experiencia en el horror y suspenso.
Por momentos, muchos, la figura de Lisbeth recuerda bastante a un icono de la justicia en la cultura pop: Batman. Hasta podría decirse que hay largos pasajes en que podría tratarse de una adaptación directa de ese personaje, solo que con una hacker sueca en el siglo 21. Asimismo la trama, temática y escenarios del film encuentran fácil el particular paralelismo con Skyfall, una de las últimas y más exitosas aventuras de James Bond.
La realidad es que tanto las novelas como las adaptaciones realizan un rejunte muy consciente de figuras heroicas masculinas como ingredientes para crear una heroína profundamente compleja y completamente femenina a la vez. Que no reniega con las características de su género sino que forma con ellas una base trágica y heroica profundamente feminista.
Cada uno puede leer el trabajo con la profundidad que quiera, total en su superficie todos pueden disfrutar de un personaje interesante arreglándoselas para luchar contra viento y marea en una verdadera epopeya moderna, con hackers en lugar de hechiceros y el pochoclo adecuado. La dirección del uruguayo Alvarez hace por completo a la película, aunque el elenco en general y algunos detalles más no dejan que se convierta realmente en una gran producción. Recomendable especialmente para fanáticos de los thrillers, pero también para cualquiera con ganas de darle una oportunidad.