Jimena viaja a Río Grande, isla de Tierra del Fuego, al encuentro de su medio hermano Mariano. Casi sin dinero para el pasaje, se las arregla para llegar con la única esperanza de que esa región fabril la reciba. El viento, el frío, y el complejo contexto de crisis económica son el marco donde Jimena desarrollará su empatía y pertenencia en relación a las personas que la rodean para por fin reconocerse.
Tratando de imitar la estética, estructura y temática de los Hermanos Dardenne, sin lograrlo en ningún momento.
No alcanza con filmar cámara en mano, tampoco enarbolar temas sociales, cuando lo que falla de entrada es el guión.
Los directores belgas saben muy bien como realizarlo, por eso sus guiones no incurren en incoherencias, incongruencias ni inverosimilitudes.