¿Alex de la Iglesia dirigiendo una historia del guionista de Tango y Cash?
Loco, pero real.
Randy Fedelman, quien brindó una de las más grandes buddy movies ochentosas que se hicieron en Hollywood con Stallone y Kurt Russell fue responsable de este interesante film del director español que realizó en el 2011 y recién ahora llega a los cines argentinos.
En este caso se trata de una historia que a través de un bizarro conflicto de ficción retrata la terrible crisis de desempleo que viene afectando a España en los últimos años.
Se trata de una muy buena remake, no oficial, del clásico del Billy Wilder, El gran carnaval (Ace in the Hole), que protagonizó Kirk Douglas en 1951.
La historia plantea el mismo conflicto, con la diferencia que Alex de la Iglesia no se limitó a filmar un refrito burdo, sino que adaptó la propuesta con su estilo personal de contar historias.
En este caso le dieron una vuelta de rosca a la trama.
En la película de Wilder un periodista en desgracia explotaba en los medios la historia de un hombre atrapado en una cueva para resucitar su carrera. En esta versión en cambio es la víctima del accidente quien decide explotar a los medios para sacar un redito comercial.
El conflicto por una lado es una radiografía de lo que se vive en muchas ciudades de España con la crisis ecomómica que atraviesa el país y durante la primera mitad del film el conflicto juega mucho con el humor negro, que es una especialidad del director.
Una película muy loca porque durante buena parte de la trama hay diálogos desopilantes y situaciones absurdas y luego gira abruptamente para el drama con algunos momentos fuertes.
La película en España sorprendió por el trabajo del protagonista José Mota, quien en ese país es un conocido cómico de la televisión y acá estuvo a cargo de un rol dramático.
Salma Hayek también se destaca con su interpretación que me atrevería decir es de lo mejor que hizo en el cine dese Frida.
Lo que me gustó de esta película es la manera en de la Iglesia sostiene la tensión del retrato con bastante suspenso, donde logra construir muy bien la intriga sobre el desenlace del conflicto.
No creo que sea recordada precisamente como una de las producciones esenciales del director, pero si te gustan sus trabajos la vas a pasar bien con La chispa de la vida y merece su visión.