Un marine (Matt Damon) destinado en Irak durante la invasión para derrocar a Sadam Hussein y reemplazarlo por un gobernante títere, trata de descubrir las armas de destrucción masiva que justificaron la intervención militar americana. Obviamente no las encuentra y como está dispuesto a revelar el asunto, los más pesados del gobierno de Bush lo quieren boletear. Por increíble que parezca, esta es una peli de acción, tiros, patadas y piñas muy crítica con la política exterior yanky. Está basada en un libro llamado “Vida imperial de la Ciudad Esmeralda”, que documentó las ridículas imposiciones culturales y de forma de vida que los ocupadores quisieron establecer sin éxito en Bagdad. La peli también muestra esto, pero se tira más para la trama de espionaje y acción lógicamente. La dirigió Paul Greengrass, el mismo que hizo con Damon “La supremacía Bourne”, un experto en este tipo de pelis: por más obvio que el asunto nos parezca a los que no somos yankys, el film está muy bueno y vale la pena.