En abril se estrenó «La ciudad perdida», película protagonizada por Sandra Bullock y Channing Tatum, donde la actriz interpreta a la escritora Loretta Sage, que ha lanzado una serie de novelas románticas de aventuras muy exitosas, pero que luego de la muerte de su marido tiene problemas para continuarlas. Presionada por la editora, logra hacerlo. Durante la gira promocional se encuentra con Alan (Tatum), el modelo que personifica al aventurero de los libros. A pesar de que no se llevan demasiado bien, su presencia funciona para conquistar al público femenino. Luego de presentar el estreno, Loretta es secuestrada por un excéntrico millonario (Daniel Radcliffe), con la intención de que la guíe hasta al tesoro de la antigua ciudad perdida sobre el cual gira su último relato. Para salvarla y demostrar que también es un héroe de la vida real, Alan buscará rescatarla.
Tomando ciertos elementos de «Tras la Esmeralda Perdida» (1984) o las películas de Indiana Jones, «La ciudad perdida» nos ofrece una historia de aventuras, acción y romance, con un humor ridículo que funciona durante la mayor parte del tiempo.
Sandra Bullock y Channing Tatum son un gran acierto para un film cuya historia es bastante sencilla, y por momentos predecible, ya que presentan una buena química en conjunto y tienen un gran timing para la comedia. Logran llevar a buen puerto ese guion absurdo con algunas situaciones hilarantes y que se ríe de sí mismo y de los lugares comunes en los que suelen caer este tipo de largometrajes.
A esta dupla protagónica se le suma Brad Pitt con un personaje bastante peculiar que viene a personificar al héroe y entra en competencia con Tatum, dejándolo completamente en ridículo; Daniel Radcliffe que a pesar de encontrarse bien en el papel interpreta a un villano medio caricaturesco y sobreactuado; y Da’Vine Joy Randolph («Dolemite is My Name», «Only Murders in the Building»), cuyo personaje está un poco desaprovechado, aunque cada intervención que tiene es muy graciosa.
La puesta en escena podría haber sido un poco más despampanante, como acostumbramos a ver en este tipo de películas, donde el despliegue de producción es impactante, pero de todas maneras es funcional para esta historia contenida que no busca grandilocuencias.
Quizás por momentos el film abusa de la sobreexplicación, marcando una tendencia que viene en ascenso en los blockbusters contemporáneos, sumado a que la resolución o la búsqueda de los protagonistas termina siendo bastante trillada e incluso cursi.
En síntesis, «La ciudad perdida» es una divertida película de aventuras, acción y romance que funciona gracias a su dúo protagónico que no solo tiene una buena química sino que también saben cómo llevar adelante esta comedia absurda. Tal vez se podría haber hecho un mejor trabajo visual, explicado menos y no ser tan previsible en cuanto a la relación entre los protagonistas, pero de todas maneras logra hacernos pasar un momento más que agradable y entretenido.