Desde un lugar definido y asumido por sus responsables como "cine de emergencia", este trabajo coincide con el segundo aniversario de la aprobación parlamentaria de la ley de servicios de comunicación audiovisual (genéricamente conocida como ley de medios) con el fin de documentar el camino que llevó a ese resultado desde una perspectiva muy cercana a las posiciones del actual oficialismo.
Alineados en una corriente de cine documental político que tiene a Porotos de soja (ligado al conflicto con el campo) como antecedente próximo, los artífices del film dejan bien explícitos sus puntos de vista. En una primera instancia se apoyan en varios testimonios, registrados con atractivos recursos visuales en distintos lugares del país, a partir de los cuales comenzó a forjarse la llamada Coalición para una Comunicación Democrática. Este conjunto de organizaciones sociales y comunitarias (en un amplio rango que va desde radios barriales y de pueblos originarios hasta cooperativas de servicios públicos y algunos medios provinciales) brindó un decidido apoyo al proyecto oficial.
Llueven desde allí críticas al "sesgo concentrado y elitizado de los medios concentrados y monopólicos" cargando sobre la oposición al Gobierno política y mediática, que sólo aparece -para reforzar la calificación negativa- enmarcada en la pantalla del canal de noticias TN. Mientras tanto, apenas al paso se habla de cuestiones tan controvertidas como la publicidad oficial y de las dudas acerca de cómo se financiarán los medios comunitarios alentados por la ley. Así las cosas, la "cocina" no documenta en los hechos la intimidad del debate parlamentario, reemplazada por una sucesión de elogios al proyecto aprobado.
El recorrido posterior resulta aún menos exigente y termina caracterizando al documental como una suerte de informe periodístico ampliado, que se vale del archivo de la TV como fuente casi exclusiva.
Al optar por lo ya visto y ya dicho se pierde la ocasión de revisar los hechos -especialmente el tramo de la discusión parlamentaria- a partir de miradas y enfoques originales. Al parecer no fue necesario, dado que la mirada de los realizadores coincide con lo que se aprobó en el Congreso.
Entre tantas simplificaciones (todo aquí parece reducirse en definitiva a una lucha entre buenos y malos, en línea con lo que piensa el Gobierno), La cocina perdió la oportunidad de reconstruir una de las discusiones políticas más intensas de los últimos tiempos con la distancia que otorga el tiempo y una mirada más equilibrada (como la que había entregado David Blaustein en Cazadores de utopías ), aún sin resignar las posturas más comprometidas.
Son impecables todos los rubros técnicos -fotografía, edición, sonido- de una producción que llega a los cines y también podrá verse por Canal 7, esta noche, a las 24.