Militancia con pocos recursos
Tomando más distancia que en su anterior «Porotos de soja» (hecha y difundida en salas oficiales en plena discusión por las retenciones), David Blaustein y Osvaldo Daicich resumen aquí la campaña por la Ley de Medios aprobada en el 2009, y agrega algunos de sus primeros frutos.
Cierto, es una obra partidista, parcializada, y militante. Está en su derecho. Pero cabe reprocharle un pobre uso de las imágenes de archivo en el Congreso, falta total de tensión y suspenso, y un estilo «cabezas parlantes» centrado en unas pocas personas sentadas explicando a cámara cómo son las cosas según su leal saber y entender, y para colmo en este caso opinan lo mismo.
Nada parece haber distinto a cualquier programa televisivo sobre el mismo asunto. Aparecen, sin embargo, dos detalles inhabituales en esos programas: se reivindica el papel de la hoy olvidada Coalición para una Radiodifusión Democrática, con sus 21 puntos, e, inesperadamente, se elogia el esfuerzo que Raúl Alfonsín y Fernando de la Rúa hicieron en su momento para cambiar definitivamente la antigua Ley de Medios. También se aprecia la visita a los referidos frutos, como la radio mapuche cerca de Aluminé, Radio La Ranchada de Córdoba, Radio Encuentro de Viedma, el diario «La arena», de La Pampa, o Canal 10 de Tucumán, algunos de los cuales ya venían luchando desde antes. Una didascalia final actualiza detalles de licitaciones en todo el país. Al respecto, una pequeña molestia: según Doca (Documentalistas Argentinos), los pliegos para la adjudicación de licencias a las pequeñas televisoras comunitarias llegan a costar unos 140.000 pesos, lo que deja a las más pobres directamente afuera.