Asphalte es un curioso film francés. Su juego de roles entre el drama, el surrealismo, la comedia y la melancolía lo hacen una propuesta interesante.Está basada en los cuentos del mismo director Samuel Benchetrit “Las crónicas del asfalto”. Intrepretada por Isabelle Huppert, Michael Pitt y Valeria Bruni Tedeschi, entre los nombres más rutilantes.
La historia transcurre en un edificio donde la incomunicación entre sus vecinos es moneda corriente. Los personajes son pintorescos: un señor que no quiere pagar por un nuevo ascensor porque vive en el piso 1, a causa de una mala pasada termina en silla de ruedas, tendrá que usarlo a escondidas de los demás vecinos y se siente atraído por una enfermera que fuma sola por las noches. Una actriz en el ocaso de su carrera que entabla relación con un chico que anda en bicicleta. Y un astronauta de la NASA que cae del cielo en una cápsula sobre la azotea del edificio, es refugiado por una amable señora argelina. Son 3 historias corales.
Asphalte tiene personalidad, con bríos de misterio y situaciones varias hace cómplice al espectador. Las situaciones son estratégicamente menores y desde su austeridad va construyendo empatía con sus personajes. Inverosimilitud disfrazada de menor importancia. Asphalte es cine bienintencionado que habla de la soledad y la alienación y que no pretende mucho. Sus relatos pequeños e inconexos no apuntan a quedar en la historia. Y sin embargo, una vez finalizada la película deja mucho más de lo que se podría vislumbrar de un film en apariencia menor, triste y de personajes que viven en un sucio edificio sin mucho lustre.