La comunidad de los corazones rotos. Pinta tu edificio y pintarás el mundo. En este film, un edificio venido a menos, de un suburbio francés, donde el consorcio apenas puede arreglar un ascensor. Son las pequeñas viñetas, las conexiones entre sus vecinos, las que tejen la trama de este microcosmos. El tono algo frío y distante no impide la simpatía que transmite el conjunto, empujado por grandes actores.