La sabia naturaleza tiene nobleza y memoria
La Conquista de las Ruinas (2020) es una coproducción de Argentina, Bolivia y España. Ópera prima, escrita y dirigida por Eduardo Gómez, y cuenta con música original de Nico Deluca. Si escucháramos el ritmo de nuestro corazón, y retomáramos el camino natural que trazaron nuestros sabios indígenas, recuperaríamos el sentido de nuestras aisladas vidas hacia una constructiva y simple felicidad.
Este sensible largometraje documental relata las paradojas del poder de destrucción y construcción del ser humano. Trabajadores de canteras, paleontólogos, obras de construcción y barrios privados. Sus historias de vida. Excavaciones paleontológicas. La tierra los une y los separa, y cada uno tiene una interpretación de cómo debería ser este mundo …
La película de Gómez fue filmada en blanco y negro por un equipo de realizadores argentinos y bolivianos en locaciones de Villa El Chocón, entre Río Negro y Neuquén, en Argentina, y en Orcoma, en la provincia de Capinota, Cochabamba, Bolivia. La elección del blanco y negro resulta muy atinada, dado que aporta realismo al drama que la sociedad tapa quitando el color de una vida real, que bien podría ser feliz. De todas maneras, el realizador exhibe sus contrastes y matices. Las locaciones, sonido ambiente, música y testimonios del Paleontólogo Sebastián Apesteguía, de los obreros Juan Cuevas Brañes y Mayko Crispin Mendez y los indígenas Reinaldo Roa – Santiago Chara complementan.
La premisa está bien planteada desde el inicio y cada palabra, cada mirada, cada objeto, parecen sinceros al utilizar primeros planos, transmitiendo simpleza y tristeza, que duelen al conocer cómo fue trazado el camino desde sus comienzos, de lo que es capaz la codicia del ser humano que no respeta ni valora a los demás ni a la naturaleza y a su historia, borrando huellas, eliminando parte de nuestra existencia para siempre. Así de crueles somos capaces de ser. La ironía es que solo nosotros mismos somos los responsables de reconstruir lo destruido y cuanto antes comencemos, mejor.
Muchos mensajes deja este impecable trabajo para que reflexionemos, sin embargo comparto un momento que me emocionó y dejó un nudo en la garganta hasta ahora. Luego del duro trabajo de un obrero -vale remarcar que se nota su amor al trabajar y no odio – comparte un pensamiento con un compañero al observar su creación: una lujosa y enorme casa de un barrio privado que tiene un enorme patio y un lago… “ojalá los dueños disfruten sus momentos en ese lugar que tanto nos costó construir… ojalá sean muy felices y solo se escuchen risas, no peleas…” Pero luego al ver a los dueños encerrados y preocupados por lo que tienen que pagar para sentirse seguros (cuando la seguridad no existe) dentro de esa aislada casa, sin utilizar el jardín, notan que no son libres, porque no pueden disfrutar ni apreciar el vuelo de un pájaro. ESTÁN PRESOS EN UNA CÁRCEL QUE SE GENERARON ELLOS MISMOS. Entonces, viene el listado de preguntas que nos increpan y golpean para que reaccionemos y demos valor a lo que nos rodea…