La nueva película de Santiago Mitre elige un tema poco desarrollado en el cine argentino. Y ese es su aspecto más destacado.
El presidente de la Argentina, Hernán Blanco (Ricardo Darín), asiste junto a su comitiva a una cumbre internacional de mandatarios que se realiza en Chile. Allí se pone en juego tanto su rol político como familiar, dado que deberá tomar decisiones que involucran a su país y a su hija (Dolores Fonzi).
La cordillera (2017) es un thriller psicológico que refleja la transición del protagonista: pasa de ser un “hombre común” a mostrar aristas oscuras. Si bien esa transformación es interesante, se lleva a cabo a través de recursos que no terminan de convencer. Y termina siendo una especie de rompecabezas que deja mucho librado al espectador.
Como es habitual, Ricardo Darín realiza un interpretación distinguida y creíble; Érica Rivas, Dolores Fonzi y Gerardo Romano completan un elenco sólido que acompaña un guión que por momentos no se sostiene.
El film de Mitre indaga un mundo pocas veces retratado por el cine nacional. Su recreación es excelente y las escenas están muy bien logradas (son impactantes las tomas de la Cordillera de Los Andes).
Aunque tiene todo para convertirse en un hito, La cordillera falla en la construcción del argumento. Es una película que promete más de lo que es.
Texto: Jimena Díaz Pérez