Wes Anderson hace un cine tan rico y particular, tan artesanal pero al mismo tiempo se trata de una superproducción y con un elenco de estrellas. Tiene una factura tan intrincada, que homenajea al periodismo de las revistas culturales, al cine en sus comienzos, al cine francés en particular (desde Godard a Jacques Tati ), a un mundo del pasado, con personajes increíbles, momentos de animación y una fascinación melancólica, de humor corrosivo y mirada inocente al mismo tiempo. Es una celebración lúdica, en blanco y negro y color, con simetrías, telones, angulos sesgados, composiciones complicadas que hacen de cada fotograma un hallazgo. Estructurada para conocer a los especialistas de cada tema, en la redacción del obituario del dueño que será por su propia decisión la ultima revista, aparecen desde reporteros ciclista, expertas en arte de un asesino, la revisión muy particular del mayo francés, y un caso policial que involucra la contador del inframundo y el secuestro del hijo de un comisario. Los actores brillan en sus breves apariciones, como Tilda Swinton, Owen Wilson, Timothée Chalamet, Liev Screiber, Saoirse Ronan, Daniel Dafoe, Benicio del Toro, Adrien Brody, L éa Seydoux, Frances McDorman, Bill Murray y siguen los nombres estelares. Para los amantes del cine un plato para disfrutar del principio al fin.